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Fahrenheit Madrid se complace en anunciar una exposición de escultura de la artista neoyorquina Sarah Peters.Su obra puede considerarse una amalgama de antigüedad, modernidad e incluso del porvenir ya que utiliza laimagenes de dioses en un contexto humanista. El lenguaje escultórico de Peters se nutre de diversas influencias iconográficas, como las antigüedades asirias, las máscaras de tragedia grecorromanas, las figuras funerarias egipcias, los retratos chipriotas, el arte popular americano y la figuración modernista temprana. La Dama de Elche ha sido una referencia especialmente importante para esta exposición.

Los rasgos faciales y refinados de las esculturas les dan una presencia celestial: las cuencas de los ojos huecos y las bocas muy abiertas confieren nociones yuxtapuestas de muerte y vida idealizadas. Las superficies de nitrato de plata pulido, con sus planos cortados y afilados, refuerzan aún más su condición de androides o mensajeros de otro mundo. Sus esculturas exploran los elementos universales de lo que puede ser un mundo paralelo de posibilidades, la relación entre la esencia y la existencia.

Peters asigna sutilmente características de ”vidente” a sus esculturas alargando sus ojos y bocas. La complejidad de significado que su obra transmite permite que el espectador entre en un estado elevado de apreciación. Tanto en “Charioteer I” como en “Charioteer II”;, la mano de la artista se afinca en el cabello de la mujer, el cual es esencial para navegar por su mundo. Las ruedas expresan un movimiento positivo y esperanzador que va hacia el futuro. Los rostros de “Augur 1” y “Augur 2” están elevados intencionalmente respecto a la base (el pelo suelto y largo), lo que los hace inmediatamente reconocibles como figuras autoritarias y dotadas de poder para interpretar los fenómenos naturales y conectadas con lo divino.

Los relieves de cerámica distorsionan las imágenes del clasicismo y la mitología narrativa. Las piezas son inmediatas, divertidas y ponen de relieve en patina de bronze la práctica del dibujo, al tiempo que responden a las sutiles variaciones de la superficie. La artista se centra en la espontaneidad y el juego de la narración y los detalles minúsculos transmiten narrativas únicas que indican un dominio de la mano escultora.

Peters baila entre lo que puede considerarse misterioso, arcaico y moderno sin arriesgar el elemento único de cada una de sus piezas. Sus esculturas abren su propio camino y, en última instancia, nos hablan con un lenguaje propio que trasciende en el tiempo.

Sarah Peters (n. 1973) vive en Queens, NY. Peters recibió su MFA en la Universidad Commonwealth de Virginia y su BFA en la Universidad de Pensilvania, asi como un certificado de la Academia de Bellas Artes de Pensilvania. La artista ha participado en residencias de arte tales como John Michael Kohler, WI; New York Foundation for the Arts (NYFA), NY (2011); el Centro de Trabajo de Bellas Artes, Provincetown, MA (2010); y The Marie Walsh Sharpe Art Foundation Space Program, Brooklyn, NY (2008). Peters ha tenido exposiciones individuales y colectivas entre las que se incluyen Halsey McKay Gallery, Nueva York, NY (2017); Once Rivington, Nueva York (2015); 4 AM, Nueva York (2015); Bodyrite (con Mira Dancy) en Asya Geisberg, NY (2014); Galería Edward Winkleman, Nueva York (2007, 2010); y John Davis Gallery, Hudson, NY (2013). Las exposiciones colectivas incluyen Objects Like Us, The Aldrich Contemporary Art Museum, Ridgefield, CT, comisariada por Amy Smith-Stewart y David Adamo (2018); Galerie Eva Presenhuber, Zúrich, Suiza (2018); y Rodin and the Contemporary Figurative Tradition, Frederik Meijer Gardens & Sculpture Park, Grand Rapids, MI (2017). Su trabajo ha sido publicado en TheNew York Times, Art in America, Artforum y The Brooklyn Rail.